Las
células madre son células cuyo destino todavía no se ha decidido. Se pueden
transformar en varios tipos de células diferentes, a través de un proceso
denominado diferenciación.
En las fases iniciales del desarrollo humano, las
células madre, en el embrión, son diferentes a todos los tipos de células
existentes en el organismo.
Los
científicos están emocionados con la posibilidad de controlar el alucinante
poder natural de estas células madre embrionario para curar varios tipos de
enfermedades. Por ejemplo, las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer son
lesiones en grupos de determinados células del cerebro. Con la realización de
un trasplante de las células madre de un embrión a la parte del cerebro
lesionada, los científicos esperan sustituir el tejido del cerebro que se
perdió.
En
un futuro próximo, la investigación de las células madre podrá revolucionar la
manera de tratar muchas otras enfermedades mortales como, por ejemplo, las
lesiones vasculares cerebrales, la diabetes, enfermedades cardiacas y hasta
incluso la parálisis.
Al
ser la utilización de embriones una cuestión de gran controversia en términos
éticos, los científicos de todo el mundo buscan otras fuentes de células madre.
El tipo de célula madre encontrada en la médula ósea de los adultos parece ser
una posibilidad, estas células madre ya presentan la posibilidad de
diferenciarse de una gran variedad de diferentes glóbulos rojos a lo largo del
ciclo de la vida.
En el futuro, los científicos quieren manipular estas células madre adultas para que en vez de producir únicamente glóbulos rojos puedan producir células del cerebro, hígado, corazón y nervios.
En el futuro, los científicos quieren manipular estas células madre adultas para que en vez de producir únicamente glóbulos rojos puedan producir células del cerebro, hígado, corazón y nervios.